El pensamiento crítico es un hábito mental particular y, para fomentar la adquisición y el desarrollo de las habilidades relacionadas con esta competencia, es necesario que los alumnos reflexionen sobre su propio pensamiento y sobre cómo mejorar el proceso. Asimismo, es preciso que los alumnos utilicen habilidades de pensamiento de orden superior; y no memorizar datos o aceptar como válido todo lo que leen o todo lo que escuchan, sin reflexionar de forma crítica sobre ello.

Por tanto, el pensamiento crítico es un producto de la educación , la formación y la práctica. Es preciso utilizar pedagogías innovadoras, , incluso porque la evaluación de los alumnos en esas capacidades analíticas y de pensamiento crítico, en la adopción de ciertos valores y actitudes comunes (como el sentido de la tolerancia) y la participación activa, y el compromiso de los alumnos en la vida escolar y comunitaria es una tarea compleja.

  • Se renuncia a los estereotipos y al sesgo cognitivo;
  • Aprendizaje y escucha activos;
  • el Pensamiento Crítico como habilidad de aprendizaje, que debe ser desarrollada, puesta en práctica e integrada en el curriculum de forma continua;
  • estrategia de innovación pedagógica